Así como Google tiene equipos que reastrean todos los sitios web buscando información para indexar y ofrecer en las futuras búsquedas de usuarios, existen en Internet usuarios malintencionados que rastrean la Internet en busca de direcciones de correo válidas para enviar SPAM, Virus, Troyanos, Phishing, etc.
La idea es que el usuario publique su correo electrónico de forma que un humano logre comprenderlo, pero que un programa no sea capaz de reconocerlo como tal; un ejemplo de esto es que, si yo le digo que mi correo es:
johndoe [at] fcal.uner.edu.ar
Ud. es totalmente capaz de enviar un correo a esa casilla, pero por el contrario eso no es un email válido para un programa que escanea contenidos. Ud. no deja de cumplir con su objetivo de dejar a mano del lector su correo electrónico, pero no lo ha publicado como tal.
Esto se debería respetar tanto en publicaciones en los sitios web, como cuando se publican archivos disponibles para descarga (Documentos de Word, PDF, Trabajos en los congresos, publicaciones científicas, etc.).
En el caso de los sitios webs, se debería utilizar siempre un formulario de contacto, mas que publicar el correo en el contenido del sitio.
Muchas veces se ve que usuarios reenvían correos, y en ese proceso dejan en el cuerpo del mensaje reenviado los correos de los remitentes y destinatarios del correo anterior; la idea es que, al momento de reenviar un correo, el usuario reemplace las direcciones de correo por correos no válidos o que directamente elimine los correos, o el párrafo completo.